Originalmente publicado en El Quinto Poder.
Las palabras presentes en una oración pueden analizarse en varias dimensiones: la fonológica, la léxica, la semántica, la morfológica y la sintáctica. La palabra circa, en particular, merece mi atención ahora porque he observado un uso impropio de ella con función sintáctica de sustantivo, categoría léxica de sustantivo y sentido semántico de «año». La oración en la que constaté este uso aberrante es «ignoro circa [de la fotografía]».
Empezaré explicando lo más obvio: la preposición circa se usa cuando existe incertidumbre con respecto a una fecha. Por lo tanto, se omitirá cada vez que la fecha sea conocida con certidumbre. En la oración registrada, el hablante obviamente quiso decir año, no circa, puesto que no puede tener certidumbre o incertidumbre con respecto a una fecha que ignora: simplemente no la sabe, por ende, carece de certidumbre con respecto a su precisión. Además, circa no significa «periodo de tiempo», sino «hacia» o «alrededor de». Por lo anterior, no hace ningún sentido que un hablante declare «ignoro circa», porque lo que realmente ignora es el siglo o el año al que corresponde el fenómeno del que habla. Aun cuando circa es utilizada siempre con un sentido temporal, esta circunstancia no hace que la palabra sea homologable con otras como rato, tiempo, año o siglo. Esto es lo que puedo decir en cuanto al aspecto semántico, que me parece el más relevante en el caso de la oración analizada.
En la dimensión fonológica, circa se pronuncia [’θirka] o [’sirka], dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Su pronunciación latina era /’kirka/, no /’ĉirka/. En la dimensión léxica, se trata de una preposición, puesto que delimita la circunstancia de otra unidad significativa: no designa, como el sustantivo. En cuanto a la dimensión morfológica, circa es una palabra aflexiva, puesto que no está afectada por ninguna categoría gramatical: caso, género, persona, número, tiempo, modo, voz, aspecto. En la dimensión sintáctica, circa operará habitualmente como preposición, esto es, como un conector que integra un complemento: la estructura típica del conector hipotáctico en relación con un sintagma nominal.
Puesto que circa es conector, es posible apreciar otros aspectos en el análisis de esta palabra. En primer lugar, diremos que se trata de un conector hipotáctico, puesto que conecta unidades heterofuncionales (como verbo y adverbio o sustantivo y adjetivo); monofuncional, puesto que solamente tiene función conectante; temporal, puesto que su significado se refiere a esta categoría; aflexivo, puesto que su forma es invariable; oracional, puesto que conecta unidades que integran una oración (nexo) y no oraciones entre sí (ilativo); flectante, puesto que exige una declinación del nombre — decimos «hacia ti», no «hacia tú» — , y no clausular, puesto que no introduce cláusula, si bien no impide que una cláusula sea introducida después de ella.
La descripción comprehensiva sirve para darle sentido a la impropiedad del uso que señalé al principio: así distinguimos dónde está la desviación y dónde no. Se trata de un error en la dimensión semántica, primero, porque el significado de la palabra no corresponde a lo que el hablante intenta decir. También se trata de un error en la dimensión léxica, por cuanto circa es preposición y no sustantivo. Esto quiere decir que se trata de una palabra que delimita la circunstancia de otra unidad significativa. Esto significa que, en un sentido inespecífico, circa no señala hacia su propio referente, sino que circunscribe la relación de significado de otro referente. Un sustantivo, en cambio, sí señala hacia su propio referente, puesto que designa un fenómeno: el que sea. Se trata, por último, de un error sintáctico, puesto que circa opera habitualmente como preposición: como resulta natural en el caso de una preposición, uno espera encontrar el sintagma nominal a continuación para delimitar el complemento, pero esto no ocurre en el ejemplo susoscrito.
Al examinar con más detalle la oración, vemos que el hablante puso circa como objeto directo, integrando un complemento justo después de la preposición cero que la conecta con el verbo ignoro: «ignoro ø circa». Esto equivale a afirmar «ignoro desde» cuando uno quiere decir «ignoro lugar de origen». Obviamente, la preposición no debería estar en el lugar del sintagma nominal en este complemento: se trata de un error cometido por el hablante. Y es un error porque el hablante no ha puesto la preposición en este lugar de forma consciente, sino que en lugar de otra palabra que conoce y que sí se adecua al significado de lo que intentaba articular.
Es posible, por cierto, que circa ocupe el lugar de un objeto directo sin que se esté cometiendo un error. Lo hace cuando yo mismo escribí «el hablante puso circa como objeto directo». En este caso, por supuesto, estoy haciendo un ejercicio metalingüístico al utilizar la palabra para referirme a ella misma: resulta fácil verificarlo al notar que no puedo reemplazarla con otra equivalente, como año. Pero, en cuanto al uso señalado, no resulta admisible ni justificable desde las perspectivas aplicadas aquí.
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