martes, 12 de octubre de 2010

Día del Latín



Tradicionalmente, este día celebrábamos el «Día del Latín» en el Centro de Estudios Clásicos. Cobra mayor relevancia hoy, a un año de la muerte de quien lo instituyera, la Dra Giuseppina Grammatico, cuyo nombre ornamenta ahora también esta unidad académica. Siendo Día de la Hispanidad, de la Raza y de la Lengua Española, parece apropiado vincularlo también con el Latín, puesto que se conecta con el Descubrimiento de América por Colón, acontecimiento que puso en contacto la Cultura Grecorromana con la inmensa diversidad del continente que empezaban a conocer públicamente entonces los europeos.

El Centro de Estudios Clásicos es una de las más pequeñas unidades académicas en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Esto se debe, en gran medida, a la escasa popularidad de la que gozan los Estudios Clásicos. Sin embargo, es una de las más productivas en cuanto a investigación y difusión y debe ser una de las que más renombre otorga a esta universidad en el ámbito nacional e internacional, gracias a sus publicaciones y a los congresos académicos celebrados en Chile y el extranjero.

La escasa demanda existente por los programas académicos que ofrece el Centro de Estudios Clásicos lo coloca en una posición debilitada a la hora de confrontarlo con ciertos estándares exigidos según criterios estrictamente no académicos, aunque populares incluso al interior de la universidad: la utilidad práctica de los Estudios Clásicos, la rentabilidad del Centro y el restringido campo laboral suelen ser los aspectos más delicados y disgustantes cuando asistimos a la incoación de las dudas ajenas. Pero nosotros no nos dejamos amedrentar, porque sabemos que estamos en condiciones de responder y de reaccionar frente a estas interrogaciones impertinentes.

El problema, por lo tanto, es más bien de imagen que de estructura: de forma y no de fondo. Y podemos abordarlo desde dos perspectivas concretas: la difusión y la consolidación. En cuanto a la difusión, se ofrecen como buenas alternativas la publicación más ampliada de las actividades del Centro de Estudios Clásicos y de los contenidos académicos que están siendo tratados en su seno, a la vez que la oferta de clases y talleres de lenguas y cultura clásica tanto al interior como al exterior de la UMCE: estas ideas fueron planteadas por el Presidente del Centro de Alumnos de Estudios Clásicos durante las reuniones fundacionales a principios del semestre de Otoño. En cuanto a la consolidación, podemos estimar apropiado que los programas ofrecidos por el Centro se sometan a los procesos dirigidos por la Comisión Nacional de Acreditación.

El primer paso ha de ser, entonces, la acreditación de la Licenciatura (no es posible acreditar un Bachillerato o Diplomado): esto facilitaría el crecimiento necesario para conseguir la acreditación de los programas de Magíster en el futuro. La acreditación del programa de pregrado implica que haya al menos una promoción de alumnos egresados y una ingente cantidad de trabajo burocrático. Puede significar, en cambio, la atracción de más alumnos en el futuro, puesto que asegura el acceso a fuentes de financiamiento. Contraería, además, prestigio indiscutible al Centro de Estudios Clásicos: tener una carrera acreditada quiere decir que las cosas se están haciendo bien.

El paso siguiente, más lejano y definitivo, es la acreditación de los programas de Magíster. No podríamos conseguirla de inmediato porque se requiere un núcleo académico con un número de profesores estables no inferior a cuatro y actualmente contamos solo con tres (aunque es posible que me equivoque en este punto). De cualquier manera, la acreditación de programas de posgrado implica aún más trabajo que la acreditación de los programas de pregrado, debiéndose aguardar algo más de tiempo para conseguirla. De obtenerse, también contraería un enorme prestigio académico, ya merecido ahora, pero confirmado entonces. Y, de paso, otorgaría la posibilidad de que los alumnos de estos programas postularen a la Beca de Magíster Nacional ofrecida por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.

El trabajo requerido es arduo, pero en el Centro de Estudios Clásicos ya estamos acostumbrados a esto. Quienes hemos estudiado allí (y quienes aún lo hacen) solíamos compatibilizar el trabajo con las clases, puesto que estas son dictadas en horario vespertino, y aun así lograr buenos resultados. No nos amedrentamos porque tuvimos la más esforzada de las maestras como nuestra guía in corpore hasta el año pasado e in anima hasta el día de hoy: de su mano seguiremos remotando una y otra vez hasta la cima el monte de la Academia.

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